Las técnicas anestésicas de analgesia durante el parto nos permiten eliminar el dolor mientras el parto sigue su curso, se quita el dolor pero no se
paraliza el parto.
La Epidural para el parto consiste en colocar un tubo muy fino (catéter) a nivel de la columna vertebral en la zona lumbar, cerca de los nervios que
recogen el dolor de las contracciones, por el que se va administrando anestésico local durante todo el tiempo que dura el parto.
Cuando el parto está más evolucionado se realiza una anestesia en silla de montar que consiste en administrar el anestésico local de una vez y
más cerca de los nervios por lo que el efecto es inmediato.
Es una técnica muy segura cuya principal complicación, 1 de cada 100 epidurales, es el dolor de cabeza; dolor que aunque puede ser molesto sin
tratamiento desaparece en un semana y con los tratamientos actuales casi inmediatamente