Después de la intervención se traslada al paciente a la unidad de recuperación donde permanecerá en observación un tiempo variable en función
del tipo de cirugía y de anestesia realizadas, así como de las características personales del paciente.
Su función es prevenir o tratar las posibles complicaciones que puedan surgir después de la intervención hasta que el paciente se encuentre en
condiciones de trasladarse a su habitación, o bien ser dado de alta a su domicilio si se trata de cirugía ambulatoria.